Resulta necesario partir de un programa consensuado.
Pofesora Ortega " la intervención no puede realizarse sin la cooperación e la mayoría de los agentes educativos y el apoyo de la Administración educativa"
La organización de dicho programa puede ir dirigida a la prevención de conductas indisciplinadas o a la corrección de conductas ya manifestadas.
Si las conductas están ya manifestadas han de contemplarse los siguientes apartados:
1. Concretar el problema
2. Elaborar un programa de mejora de la convivencia que contendrá como mínimo:
- objetivos
-destinatarios
- normas de convivencia (pocas y claras)
- contenidos de aprendizaje
-actividades
-metodología y temporalización
-recursos materiales y humanos
-información a la comunidad educativa del programa
-control
-evaluación
3. Crear una comisión intersectorial para la participación de todos.
4. Aprovechar el clima participativo entre el profesorado para la mejora.
5. Valorar la aplicación del programa.
6. Proponer mejoras a partir de la evaluación.
Pero estas normas no son siempre una solución para los problemas de indisciplina en los colegios. Existen conflictos relacionados con la infancia marginada, casos de incapacidad familiar para cumplir con su función educativa, abandonos por drogadicción, alcoholismo y otras circunstancias que siendo un problema social deben de ser competencia de Servicios Sociales y no exclusivamente del profesorado.
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