La libertad con la que nuestros alumnos se manifiesten ha de producirse de un modo responsable al mismo tiempo que nuestro ejercicio de autoridad no suponga un abuso de poder y se base en las normas de convivencia de la clase, elaboradas con ellos en el aula, y el Reglamento de Régimen Interno el centro.
Como maestros siempre es necesario un procedimiento preventivo convinado con la intervención directa si fuera necesario.
¿Pero cuándo debemos de intervenir y cuándo simplemente prevenir?
Actuaremos de manera preventiva en aquellos ámbitos en que especialmente nuestro alumno/a desarrolla un comportamiento social, como por ejemplo:
- relacionesinterpersonales
-actividades curriculares
-relaciones familia-escuela
-patios de recreo
-tiempo libre
Intervendremos de manera directa cuando nuestros alumnos/as sigan:
- una conducta indisciplinada
- comportamientos autoritarios o prepotentes
Los problemas de indisciplina serían menores si todos tuviéramos la misma percepción de lo que entendemos por disciplina.
En matemáticas tenemos unas pautas para sumar y dos más dos siempre serán cuatro. En cambio, no existe un modelo de convivencia ideal entendido de igual forma por todos.
Antes hemos dicho que el profesorado ha de prevenir ,observando el comportamiento social de su alumno, e interviniendo cuando es necesario. Pero a esto hemos de añadir otro aspecto verdaderamente importante.
Como maestro nos exponemos ante nuestros alumnos/as como un modelo que ellos tendrán de referencia, por tanto hemos de ser verdaderamente competentes en nuestro trabajo.
Para ello podemos guiarnos por los siguientes aspectos:
- Autocontrol: prevendremos la indisciplina con nuestra conducta;puntualidad,buena preparacón,evitando comparaciones,planificando las clases...
- Autocontrol: prevendremos la indisciplina con nuestra conducta;puntualidad,buena preparacón,evitando comparaciones,planificando las clases...
-Contar con la colaboración de nuestros alumnos para la organización de normas de clase.
-Mantener un diálogo permanente con nuestros alumnos/as y sus familias.
-Planificar nuestras clases de manera reflexionada y adaptada a la situación única de nuestra clase.
-Organizar la clase en función de las actividades que realicemos en cada momento, de manera que favorezca el desarrollo de la actividad y por tanto el de los niños/as.
-Valorar los casos que nos encontremos de indisciplina en su contexto, como en el caso de Mauricio que os deje en la anterior entrada.
-Unificar nuestras actuaciones con el resto de maestros/as que trabajen con nuestro grupo-aula.
¡Espero que os hayan sido de utilidad todos estos consejos, sobretodo para aquellos que estamos empezando nuestra andadura como maestros/as!
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