Los conflictos están en
todo momento presentes a lo largo de nuestras vidas, y por lo tanto también lo
están en la escuela.
No debemos verlos como
algo negativo, sino que es algo natural que surge fruto de diferentes
opiniones, discrepancias y pensamientos, y por lo tanto, no debemos rehuir los
conflictos ni evitarlos, lo que debemos hacer es regularlos y solucionarlos de
forma positiva para conseguir que la organización escolar se vea fortalecida.
No hay que confundir el
término de conflicto con la violencia. Violencia sería cuando se opone a la
resolución pacífica del conflicto empleando la fuerza física, la coacción moral
o el temor a sufrir un mal, anulando de esta manera la libre actuación.
En cuanto a las causas
que provocan los conflictos, aunque son múltiples y complejas, según Camacho
Pérez, R y otros podemos clasificarlas en:
Causas
relacionadas con los maestros
1. No todos los
docentes han decidido serlo porque le interese realmente, y a la larga acaban
pagando los alumnos esta frustración o desmotivación.
2. Los métodos
utilizados para seleccionar a los maestros no son los más adecuados, es decir,
se da mucha importancia a la nota, dejando de valorar aspectos tan importantes
o más, como son la motivación, la personalidad, la originalidad y creatividad,
etc.
Durante nuestras
prácticas hemos de decir que los tutores con los que nos tocaron eran unos
grandes profesionales, y aunque también cometían errores sí que hemos aprendido
muchísimas cosas de ellos y muchísimas ideas originales. En cambio, sí que
pudimos apreciar durante nuestras prácticas como algunos maestros que estaban
en el centro y que llevaban muchos años en la docencia estaban ya “cansados”
con ganas de terminar esa etapa de su vida y, a nuestro modo de ver, no
utilizaban todos los recursos, ni se esmeraban en hacer las clases entretenidas
y amenas para los alumnos.
3. La insuficiente
preparación que tienen los maestros, lo que provoca que en ocasiones no sepan
reaccionar o no sepan cómo actuar antes situaciones conflictivas.
4. El agotamiento
profesional que afecta a parte del profesorado como consecuencia de las
tensiones a la se ve sometida la práctica docente. Es decir, todos recordamos a
cantidad de profesores que tuvimos que siempre decían que estaban “super”
cansados de llevar todo el día dando clase, y que si nosotros estábamos
agotados ellos mucho más.
5. Las relaciones
deterioradas entre el profesorado (ya sea por individualismo, descoordinación,
etc).
6. El desinterés que
muestran algunos docentes a la hora de aplicar sanciones.
Causas
relacionadas con los padres
1. Los niños muchas
veces “hacen lo que ven en casa”, es decir, si un niño/a en casa ve que su
familia es agresiva y actúa con violencia, es muy posible que llegue a la
escuela y repita estas acciones.
2. Algunos padres
experimentan rechazo hacia la disciplina escolar. Creo que en nuestras
prácticas todos hemos podido observar la “tensión” existente entre algunas
familias y el profesorado.
3. La forma airada que
emplean muchos padres para tranquilizar su conciencia ante ciertos
comportamientos del maestro que consideran inadecuados o erróneos.
4. Algunos padres no
entienden la función del maestro. Consideramos que es muy importante trabajar
de forma conjunta escuela-familias y que hay que acabar con esa visión de las
familias como enemigos a los que hay que tener lejos y mejor si no se meten y
están al margen.
5. Conflictos
relacionados porque el centro no responde a las expectativas que tenían las
familias.
Causas
relacionadas con el alumnado
1. Incumplimiento
continuo de las normas establecidas.
2. Desacuerdo con los
cambios que se quieren llevar a cabo.
3. Una deficiente
estructuración de la personalidad y las fuerzas contradictorias que actúan
sobre los niños/as.
Pero también hemos de
decir, que no existen unas normas de
actuación 100% eficaces para solucionar los conflictos, sino que cada centro
deberá hacer frente al conflicto dependiendo del contexto en el que se
encuentre, la situación concreta del alumno, etc.
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