Este tipo
de alumnado suele ser más típico en cursos más avanzados, no suele darse en
Educación Primaria.
Suelen ser
niños/as que por dificultades en el aprendizaje se sienten “inferiores” “por
detrás” de sus compañeros, y como consecuencia deciden crear un ambiente
cargado de hostilidad, impidiendo el funcionamiento normal de la clase, es
decir, interrumpen al profesor intentándolo sacar de quicio, distraen a los compañeros
queriendo ser el centro de atención, etc. Creo que este perfil de alumno todos
y todas hemos tenido de compañero a lo largo de nuestra trayectoria como
estudiantes.
¿Cómo
actuar ante estos alumnos?
Este tipo
de problemas tienen una solución mucho más compleja, ya que desgraciadamente se
suelen resolver cuando el alumno deja de acudir al centro. Es decir, son los
típicos alumnos que los profesores no quieren tener en clase porque molestan,
interrumpen intentando dejarles mal, y que por lo tanto respiran aliviados el
día que ese niño/a falta a clase.
Sin
embargo, nosotros como futuros docentes debemos cuestionarnos cuanto de bueno
está siendo el funcionamiento de nuestro sistema educativo, ya que resulta muy
triste pensar en que únicamente el problema se terminará cuando el alumno
abandone y pensar siempre que es nuestro enemigo.
Por eso os
animo a que siempre intentéis estar unidos con las familias de todos los
alumnos y en especial de este tipo de alumnado, un buen profesor no se dedica a
los “buenos” de la clase y deja de lado a los alumnos más conflictivos, un buen
profesor debate, anima, ayuda y asesora a TODOS y cada uno de sus alumnos,
intentando que aprendan todo lo que puedan dentro de sus posibilidades y que
disfruten haciéndolo.
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