¿Qué es el acoso
escolar?
El acoso escolar,
también conocido como bullying, es cualquier forma de maltrato psicológico,
verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo del
tiempo. Por lo general, este tipo de violencia suele darse tanto en el aula
como en el patio.
Según Iñaki Piñuel y
Zabala y Araceli Oñate, hay hasta siete modalidades de acoso escolar:
Bloqueo social:
Consiste en un aislamiento social y marginación a un niño, impuesto por
conductas de bloqueo.
Hostigamiento: Implica
acciones que manifiestan desprecio, falta de respeto y desconsideración por la
dignidad del niño, etc. Serían ejemplos de este acoso el desprecio, la
ridiculización, los motes, la imitación.
Manipulación: Agrupa
aquellas conductas de acoso escolar que pretenden distorsionar la imagen social
del niño, presentando una imagen negativa de la víctima. Esta manipulación de
la imagen social de la víctima puede provocar que muchos niños se sumen al
grupo de acosadores inconscientemente.
Coacción: Agrupa
aquellas conductas de acoso escolar que pretenden que la víctima realice
acciones contra su voluntad, acciones que debe silenciar para evitar
represalias sobre sí mismo o sobre gente importante para él.
Exclusión social:
Similar al bloqueo social. El “tú no” es el centro de estas conductas.
Intimidación: Incluye
aquellas conductas que persiguen amilanar, amedrentar o consumir emocionalmente
al niño mediante una acción intimidatoria. Con ellas quienes acosan buscan
inducir el miedo en la víctima.
Amenazas: Todas aquellas
conductas relacionadas con amenazas contra la integridad física del niño o de
su familia.
¿Cómo prevenir el acoso
escolar?
Para prevenir o
terminar con este tipo de situaciones debemos:
Observar a los alumnos
en el aula: Si no quieren ir a clase, si de forma repentina disminuye el
rendimiento, etc.
Insistir en que se
realicen programas escolares para prevenir el bullying, en los que estén
implicados tanto padres como alumnos y profesores.
Utilizar alguna hora de
clase para fomentar la sensibilización y el diálogo, ya sea entre estudiantes o
entre estudiantes-escuela.
Mantenerse en contacto
con las familias, por si ellos perciben cualquier anomalía que nos lo hagan
saber y podamos solucionar el problema trabajando juntos y en equipo.
En definitiva, como futuros
docentes debemos promover un ambiente
escolar basado en los derechos del niño/a evitando así cualquier tipo de
discriminación, y en el caso de darse llevar a cabo un plan claro con políticas
bien formadas y mucha cooperación. Nunca dejarlo pasar y hacernos los ciegos,
ya que no debemos olvidar que los niños acosados esperan que nosotros hagamos
algo, que pongamos fin a ese problema y les ayudemos.
Organizaciones que
combaten el acoso escolar
La ONG Protégeles ha
creado con el Defensor del Menor una línea de ayuda contra el acoso escolar, a
través de la cual un equipo de psicólogos y expertos en seguridad infantil
prestan ayuda a menores que sufren esta situación.
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